Fe de microondas

Fe de microondas

Vivo solo con mi hermano y como seres humanos normales del siglo XXI, nos da pereza la vieja usanza de calentar los alimentos en la estufa...

  • Catagoría:  Fe
  • Autor:  Andres Rincon

Anuncios

Y es por eso que desde hace ya algunos años tenemos horno microondas en donde nos atendíamos fácilmente al llegar a la Universidad o el trabajo.

Pero soy un joven curioso, como los demás del siglo XXI y es por eso que por mi honor han pasado una cantidad y cualidad inimaginable de cosas que muchas veces rayan en lo absurdo.

Solo para mencionar algunas de ellas, una vez me emparamé en un torrencial aguacero cuando iba camino a mi casa, así que fue un buen momento para experimentar con el horno y metí mis medias mojadas “para secarlas”. Después de dos minutos tuve como resultado una humareda impresionante y gris y una media con un agujero del tamaño de mi boca.

En otra ocasión, quise comprobar la supervivencia de un insecto y este también visitó aquella habitación que lo llevaría al más allá. Sin embargo, una de las experiencias que más me llamó la atención fue cuando introduje una cuchara metálica la cual ocasionó un sonido de soldador, chispas y un rayo que iba de las paredes del microondas hacia el cuerpo de la cuchara.

Pero sin duda, la mejor de todas fue cuando introduje el reloj de mi hermano para “sacarle el agua que llevaba dentro” un reloj electrónico marca Casio, original de gama media y recién estrenado; bastó presionar el botón de inicio para que el reloj explotara de manera asombrosa y aterradora.

Finalmente llegué a la conclusión que la mejor función del horno microondas es calentar alimentos.

De igual manera, nuestro cuerpo realiza funciones catalizadoras de todo lo que introduzcamos en él, algunas cosas te harán chambuscar, te pueden causar mal olor, otras te causarán rayos y éxtasis al punto de elevarte a otra dimensión aunque esto implique dañar el horno (tu cuerpo) o acabarlo por completo, pero hay otras que ni siquiera dan tiempo de nada antes de que explotes de manera irremediable.

Así obtenemos también que la mejor función de nuestra vida es calentar lo que nos da la vida como la palabra de Dios, la oración y la fe, así como un horno que calienta la comida.

Deuteronomio 30:14-16 (NVI)…La palabra está muy cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón, para que la obedezcas. Hoy te doy a elegir entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal. Hoy te ordeno que ames al Señor tu Dios, que andes en sus caminos, y que cumplas sus mandamientos, preceptos y leyes. Así vivirás y te multiplicarás, y el Señor tu Dios te bendecirá

Nota final: Por protocolo debo advertir que no intenten ninguna de las experiencias iniciales en casa, pero como sé que también son jóvenes inquietos del siglo XXI y que muchos tendrán curiosidad, les pido que por favor lo hagan después de calentar en el “horno espiritual” la palabra, la oración y la fe.


Andres RinconPor @andreszonaj
Escribo lo que pienso. Este No es un espacio de reflexiones o pildoritas para hacerlo sentir bien, mas bien tiene la intención de hacerle sentir lo contrario. Fundador de ZONAJ.

Anuncios